El proceso de hacerse mayor, de alcanzar una autonomía responsable y lograr la adultez psicológica y social es una travesía que tiene carácter de aventura.
La juventud es un proceso de transición por el cual se pasa de la dependencia completa, que caracteriza a la infancia, a la plena autonomía que es la propia de la vida adulta. Tenemos que tener en cuenta que este proceso no siempre transcurre de igual forma y que puede ser vivida de formas diferentes dependiendo de las características individuales de cada persona joven.
Es un período en el que se desarrolla un proceso interno de maduración física y sexual, donde se consolidan los rasgos fundamentales de la personalidad y la estructura de sus valores y creencias.
Hablando de juventud creemos que no podemos centrarnos meramente en criterios temporales o establecerlo en franja de edad. Se ha demostrado que es insuficiente, ya que en esta época se incorporan aspectos como la madurez física, social, psicológica de la persona, la educación, la incorporación al trabajo, la autonomía e independencia, así como la construcción de una identidad.
El cambio es el factor predominante en esta época de la vida donde la persona se prepara para la edad adulta. Desde los servicios juveniles que gestionamos, acompañamos a la población joven en este viaje. Proponemos acciones formativas, actividades lúdicas y apoyamos sus iniciativas, facilitando que superen los obstáculos que puedan encontrar en el camino.