Las personas que conformamos y desarrollamos nuestra labor profesional en Pauma consideramos que “las familias” son los entornos óptimos para el desarrollo de las y los menores. Entendiendo por familia, además, la gran diversidad de composiciones y estructuras familiares que debemos visibilizar y a las que debemos dar respuesta en nuestro día a día.
Es en este espacio donde se construyen personas adultas, cuyo bienestar psicológico está directamente relacionado con la calidad de respuesta a sus necesidades básicas, sus relaciones y sus vínculos. El crecimiento socio-afectivo de los y las menores, va a estar determinado por el modo en el que se ha ejercicio la tarea parental. Si bien no existe un único modelo para ejercer la parentalidad, dado que dependerá del impacto que esta genere en los niños y niñas, sí que existen unas condiciones y derechos mínimos que deben garantizarse.
El sistema familiar se considera fundamental para proporcionar y asegurar las atenciones y cuidados que requieren la infancia y la adolescencia, pero no es el único, dado que comparte esta tarea con otros sistemas que conforman la comunidad en la que se inserta. Creemos firmemente en la idea de que el fomento de buenos tratos es una responsabilidad compartida entre todos los agentes comunitarios e institucionales.
Es deber del sistema de protección (del que formamos parte varios de los recursos que gestiona la entidad) proporcionar el apoyo y medios necesarios para garantizar la correcta atención de niños, niñas y adolescentes. Desde esta perspectiva, se hace imprescindible el trabajo conjunto y consensuado entre todos los agentes sociales, promoviendo el trabajo en red. Desde Pauma, participamos activamente en la creación, impulso y mantenimiento de las “redes de buenos tratos”.
En este contexto de intervención, apostamos por el ejercicio de la “parentalidad positiva”, asumiendo el papel activo de las personas usuarias en los procesos de rehabilitación. Atendiendo a esto, ejercemos nuestra labor profesional desde la firme creencia en la potencialidad y la resiliencia de las personas usuarias para avanzar y superar sus problemas.